¿QUIÉNES SOMOS? ¿ES POSIBLE QUE OTRAS JÓVENES VENGAN Y VEAN…?

Con el paso de los años estas preguntas toman sentido y contenido, compartir el don recibido como Compañía de María es una urgencia; pero no tanto por la falta de vocaciones sino
porque es un camino y una forma de seguir a Jesús y compartir su Buena Nueva. “Venir y ver”, dos verbos en infinitivo, pero cuando se conjugan en primera persona del plural suena a que no he sido solamente yo quién “vino y vio”, sino que otras personas lo han hecho antes que yo y estas mismas nos han transmitido este Carisma. Y es este el llamado que Jesús nos hace, de invitar a más jóvenes a que lo conozcan.
La Pastoral Vocacional en la comunidad de Haití la hemos vivido por etapas. Como saben, apenas vamos a cumplir siete años de haber llegado y era necesario instalarnos, conocer la cultura, la lengua, las costumbres, hacernos de amistades. El siguiente momento fue abrirnos a que las jóvenes vinieran y vieran cómo vivimos.No ha sido fácil, pero está siendo una experiencia muy rica.
Actualmente hay tres jóvenes en acompañamiento, llevan sus fichas; recemos por ellas y por las que están tocando a nuestra
puerta para que podamos ser una comunidad de acogida. Además seguimos en búsqueda y visitando parroquias, asistiendo a encuentros con otras congregaciones religiosas y cuidando a las jóvenes inquietas en el colegio.
Agradecemos el cariño y el interés que tienen por la Comunidad de Haití. Pidamos mucho por este pueblo que vive en medio del caos, de la incertidumbre y el miedo. Esta situación también nos ha impedido el desplazamiento a otros lugares que nos han invitado, pero seguimos animadas y confiadas en el Señor Jesús.
Mi experiencia hasta ahora de este proceso de acompañamiento es que hay un mundo nuevo que se abre y que acompañar un proceso es gracia pero también una gran responsabilidad de cara la Compañía. Recen por mí y la comunidad. Un fuerte abrazo.