Celebración del día internacional de la no violencia contra la mujer, Redes de Solidaridad

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celebración del día internacional de la no violencia contra la mujer, Redes de Solidaridad

El 25 de noviembre celebramos en Redes de Solidaridad el día internacional de la no violencia contra la mujer. En este Centro Educativo se ha trabajado desde hace muchos años en esta realidad tan difícil que se vive a nivel mundial -al igual que en Nicaragua y en Nueva Vida, donde se encuentra ubicado el colegio- y se sueña con erradicar.

A esta celebración, organizada por el departamento psico-social y apoyada por la dirección y cuerpo docente, se ha llegado después de un año de reflexiones con los alumnos, en las que se dan a conocer las diversas formas en las que las mujeres sufren violencia desde niñas. Creemos que a través de estas actividades se irá transformando la forma de pensar y actuar hacía las mujeres con las que se relacionan en la vida diaria.

En la celebración se manifestó la denuncia de la agresividad que sufre la mujer, así como la necesidad de erradicarla y el empoderamiento que van adquiriendo. Ello se expresó a través de cantos y bailes presentados por los niños y niñas del Centro, del Colegio San Francisco Javier, de Los Pipitos y de los talleres de danza y música; mensajes, pequeñas representaciones, pinturas elaboradas en el taller, una canción compuesta por los estudiantes del taller de música, y una ofrenda preparada por quinto grado en la que se anotaron nombres de mujeres asesinadas, el grupo de mujeres de Redes depositó flores y velas encendidas llevadas en procesión.

Este mismo grupo de mujeres puso su puesto de venta con lo que han aprendido en los talleres que se les imparten para poder obtener algo de recursos económicos. Los niños de sexto grado también pusieron su puesto de venta de plantas que han cultivado con apoyo de Martina. 

La participación de la cantautora Cesia Viurlet en diferentes momentos del evento, con canciones con el mismo mensaje sobre la dignidad de la mujer le dio un toque muy emotivo. Pidan al Señor que las niñas y niños interioricen estas reflexiones y mensajes vividos en el aula y las celebraciones para ir cambiando la realidad que viven. 

Comunidad de Ciudad Sandino

Mi experiencia en la misión de Cuba

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Mi experiencia en Cuba

Las obras de Dios se hacen con tiempo, peso y medida. Santa Juana de Lestonnac

Llegué a Cuba en el mes de abril del 2021, después de 9 meses de espera; fue un tiempo largo debido a la pandemia y a que no me daban la visa. A mi llegada, fui muy bien acogida por las hermanas Claudia y Maite, que me esperaban desde hacía mucho tiempo. Fuimos poco a poco conociéndonos e integrándonos, y actualmente creo que somos una comunidad unida y juntas nos ayudamos y complementamos en la misión.   

Estoy colaborando con los jesuitas en la dirección del “Centro Loyola Sagrado Corazón de Jesús”, en la localidad del Diezmero.  Dicho centro ofrece a la comunidad de ese lugar refuerzo escolar para niños de 1º a 6º grado de primaria; artes plásticas, computación e inglés a alumnos de 6º de primaria a 8º; y hay un espacio de Biblioteca. Se brindan talleres de tejido crochet, bordado y corte y costura para mujeres. Los domingos estoy apoyando en la catequesis de la capilla, que es también de los jesuitas.

En este proyecto también colabora Claudia en Monitoreo y Evaluación; Maite estuvo apoyando con clases de artes plásticas y recientemente participa en el equipo directivo. También hay un comedor para 25 abuelos que es llevado por Maite dos días a la semana; se les brinda un desayuno y atención psicológica. A algunos, ya por la edad, se les lleva el desayuno a casa.

El Diezmero es una de las comunidades con mayor grado de vulnerabilidad social de La Habana; se caracteriza por el alto índice de delincuencia, robo, bajo nivel educacional y cultural, una infraestructura habitacional en mal estado y un alto predominio de asentamientos improvisados e ilegales llamados “llega y pon”, de familias provenientes de las zonas orientales del país que migran a zonas periféricas de La Habana y construyen casas con materiales frágiles como cartones y láminas de zinc.

La migración interna hacia esta zona es muy frecuente. Son personas en situación de irregularidad que, por no tener legalidad en el territorio, no pueden disfrutar del acceso a la escuela de los niños, niñas y adolescentes que traen a su cuidado, ni de un trabajo digno o estable por su condición de indocumentados.  De esas familias provienen muchos de nuestros niños.

La vida se complica cada vez más; nosotras, como todas las personas, hacemos fila para comprar los alimentos que están muy escasos y a veces estamos todo el día sin conseguir nada. Actualmente se está viviendo una migración masiva; la gente está saliendo de Cuba debido a las pocas oportunidades de trabajo y alimentación. Esta situación agrava las condiciones de vida de las familias que viven un alto grado de vulnerabilidad.

Con el mejor esfuerzo y cariño las hermanas y los colaboradores tratamos de inculcar en los niños y jóvenes los valores a través de una educación integral, desde la escucha y desde una mirada acogedora, compasiva e inclusiva; pero, sobre todo, intentamos que se sientan queridos. Estamos siempre en esa búsqueda de un bien mayor para este sector tan vulnerable y ayudarles a cambiar su forma de actuar, que ellos mismos sean agentes de cambio y transformen sus familias y entornos.

Los cubanos son personas entrañables, acogedoras, cariñosas, cercanas; eso me hace descubrir la presencia del Señor en cada persona y en cada acontecimiento. Me he sentido movida por una gran fuerza espiritual a poner en práctica el amor, la amistad, la entereza, la esperanza en Dios y el deseo de darme radicalmente.

La vida religiosa en Cuba es un testimonio de ser Iglesia en salida, de ayuda, fraternidad, amistad, de solidaridad al compartir lo que se tiene. Toda esta situación me ayuda a ser más compasiva, a vivir con más profundidad, a vivir desde la gratuidad.

Es muy fuerte la realidad, duele ver el sufrimiento de tanta gente que no cuenta con lo elemental para vivir  (alimentación, medicamentos…) y aun así te comparten lo que tienen. Eso te toca todo tu ser, las emociones, los sentimientos… Ante lo que vive el pueblo cubano simplemente nos toca  escuchar a las personas, acompañarlas, estar; eso les alivia grandemente, así nos lo expresan ellos.

Sigamos unidos en la oración.

Alicia Hernández Herrera, ODN

Pastoral indígena

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Pastoral indígena

Desde la dimensión de Pastoral Indígena, participamos con la Comunidad de indígenas Akatekos del Ejido La Gloria, Municipio de La Trinitaria, Chiapas en algunas acciones de acompañamiento, asesoría y formación con jóvenes:

Algunos integrantes del Grupo Juvenil.

Participando con ellos en el Encuentro Vocacional de los Grupos Juveniles de la Parroquia.

Altar Maya donde hicimos la oración.

Uno de sus lemas.

Con Maestros, Alumnos del Bachillerato, sus Maestros y coordinadores de la comunidad.

Los indígenas tenemos mucho que decir a los demás, sobre todo en relación a lo humano y al cuidado de la vida y del mundo; pero también en relación a Dios mismo, ya que nuestros pueblos, en su largo proceso de vida, se han sentido animados por la presencia multiforme de Dios, que ha sido la razón de ser de sus esfuerzos y luchas. Es lo que expresamos con la llamada “Teología India o Amerindia”.

Josefina de la Torre, ODN

EncontrArte en Compañía

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EncontrArte en Compañía

Con la intención de que nuestra comunidad se convierta en casa abierta para los jóvenes, el día 28 de octubre celebramos el primer encuentro del proyecto “EncontrArte en Compañía”, que pretende ser un espacio en el que jóvenes de 15 a 29 años puedan interactuar y reflexionar a través de temas relacionados con el humanismo, el arte y la espiritualidad.

En esta ocasión, la motivación fue la celebración de la fiesta de disfraces “Happy Friday”,  en la que debían caracterizar a un personaje que admiraran; la mayoría de los que acudieron a la cita fueron alumnos/as y exalumnos/as del colegio Lestonnac. 

Nuestra intención como comunidad es que este tipo de encuentros se pueda hacer de manera periódica; es un proyecto que implica ciertos desafíos, como el de lograr que los jóvenes se interesen en participar en actividades que implican irse haciendo cada vez más conscientes de su dimensión tanto humana como espiritual. Realmente es un reto, pues muchos están en una etapa de sus vidas en la que esto no es una prioridad. 

De nuestra parte, queda la intención de seguir invitando a participar en próximos espacios de “EncontrArte en Compañía, como parte del envío a vivir en comunidad la misión prioritaria del acompañamiento a jóvenes. Agradecemos el apoyo que, para el desarrollo del encuentro nos brindaron en esta ocasión Brenda, Ale y Lulú, nuestras especialistas en comunicación de la Provincia.

Comunidad del Pilar

ENCUENTRO DE DELEGADOS DE JUVENTUD Y VOCACIONES-CEPAL

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ENCUENTRO DE DELEGADOS DE JUVENTUD Y VOCACIONES-CEPAL

Comparto con alegría la noticia de haber participado en el Encuentro de Delegados de Juventud y Vocaciones realizado en Santo Domingo, República Dominicana, del 12 al 16 de septiembre del 2022, organizado por la Conferencia de Provinciales Jesuitas de América Latina-CEPAL.

Un encuentro motivador que inició con la presentación de cada Provincia para después tener un espacio de trabajo, ampliando la mirada más allá de acuerdo a la realidad de cada país (contexto de misión). Las preguntas que ayudaron a orientar este primer espacio fueron alusivas a los desafíos actuales con los que nos encontramos como responsables en cada provincia jesuita, como Iglesia local y de cómo vemos a los jóvenes desde su realidad; y ante esto preguntarnos, qué estamos haciendo para enfrentar los desafíos actuales. Por otra parte, hacernos conscientes de los grandes aprendizajes pastorales de los últimos años de pandemia y post pandemia, como también los cambios culturales presentes en el mundo de los jóvenes.

Me ha dado nuevos elementos el mirar la realidad juvenil en Latinoamérica, presentada desde los resultados obtenidos de un estudio realizado a los jóvenes en el año 2021, situando ante ella los desafíos y retos para seguir impulsando la promoción vocacional desde la Pastoral Juvenil Ignaciana. 

Muy agradecida por esta oportunidad de formación, intercambio de experiencias con otras congregaciones ignacianas y con laicos jóvenes colaboradores en el trabajo con juventudes y vocaciones, que fue también un espacio de esperanza compartida y de alentarnos mutuamente ante los grandes desafíos y retos actuales que tenemos en cada provincia.

Claudia Salinas Benítez, ODN

Entusiasmar a los jóvenes ante las adversidades

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Entusiasmar a los jóvenes ante las adversidades

La Pastoral Juvenil Ignaciana en Cuba ha vivido un tiempo dinámico, que sorteó múltiples desafíos hasta la reactivación de la vida en las comunidades y grupos de la pastoral, diezmada a causa de la pandemia que paralizó las actividades programadas para los años 2020 y 2021. 

La situación actual de crisis por la que atraviesa el país también complicó en este 2022 la realización de las actividades, pero aun en medio de las circunstancias buscamos alternativas para sacar adelante lo programado. Las propuestas motivaron la respuesta entusiasta de los jóvenes, que dio un gran impulso para no desanimarnos ante tantas adversidades. 

Las propuestas de formación ofrecidas por la Pastoral Juvenil Ignaciana (PJI) son: FIJA (Formación Ignaciana de Jóvenes Antillenses), Campamentos MAGIS I, II y III, Escuelas de Verano y Ejercicios Espirituales. Estas iniciativas se desarrollan desde diferentes dinámicas y metodologías de trabajo, y son espacios donde se propicia la formación humana y espiritual al modo ignaciano. En las diferentes iniciativas cada joven vive su propio proceso e itinerario formativo, lo que hace posible que vaya descubriendo y trazando su proyecto de vida.

De todo lo vivido queda un profundo agradecimiento, porque se impulsó mucho con muy poco. Fueron días no sólo de recordar, sino de volver a vivenciar. Fue el tiempo del reencuentro, de los encuentros, de compartir la fe en comunidad, de encontrarse consigo mismo, con Dios, con los amigos de siempre y los nuevos. De cada momento, etapa y experiencia quedan los lazos de amistad, que van forjando “amigos en el Señor”. También permanece el deseo sincero de seguir propiciando espacios de compartir la vida con todo lo que trae consigo: penas y alegrías, fracasos y esperanzas. Seguir compartiendo lo que somos y tenemos. 

Queda mucho camino por recorrer y otros desafíos por afrontar. Pero vamos caminando juntos, manteniendo la esperanza y la fe puestas en Jesús.

Claudia Salinas Benítez, ODN