Frutos del ciclo en el Centro Loyola Diezmero

En el Centro Loyola se va haciendo silencio después de estos meses vividos con intensidad entre tareas, encuentros, celebraciones y sueños. Cada uno de los grupos hace su síntesis, su representación y, ¿cómo no?, sus expectativas ante el próximo ciclo que comenzará en septiembre.
Un grupo de adolescentes se va consolidando en el Centro con la valoración de los padres y colaboradores por la ilusión que representa. El 30 de junio tuvieron su encuentro final del ciclo con su coordinadora, la hermana Alicia Hernández, ODN. Es solo un “hasta luego”, porque luego hay que seguir. Por el momento, han expresado lo que ha quedado grabado de esta vivencia: encuentro y amistad.
Por otra parte, tal como se mezclan los hilos y se cortan las telas para formar hermosos bolsos bordados y prendas de vestir, se tejen las relaciones entre las mujeres emprendedoras de los talleres y las profesionales que las orientan y motivan.
Son días de contemplar y agradecer las actividades, las obras que se elaboran y las relaciones de amistad que se crean.
Al mirar nuestras manos en un momento contemplativo, reconocemos las capacidades recibidas, lo acogemos como un don para el servicio de “tender la mano” para el bien de la familia y la sociedad.
Las máquinas se paran, la vida sigue y después de un tiempo de descanso reanudamos los encuentros.
Maite Cordón, ODN

