¿A los 83 ir a la otra orilla? ¡¡¡No puede ser!!!! Mejor me quedo en lo seguro y terminar en lo que estoy hoy, es suficiente, no más…
¿Pero y qué hago con lo que Jesús le dice al viejo Nicodemo (y me lo dice a mí) ?: “Tienes que nacer de nuevo”. Verdaderamente que no nos deja tranquilas.
Pero después de los 80 nos desequilibra, nos da miedo “renacer”. Preferimos quedarnos en la orilla conocida y segura, en esta orilla que me enseñaron, me formaron en las Constituciones, la moral, el Costumbrero…
¿Qué es y cómo se puede entiende hoy “la otra orilla” en un mundo convulsionado y violento, una Iglesia jerárquica en crisis, una fe sin religión,