Cada día lo cerramos en el tapanco con la acción de gracias en la Eucaristía, donde compartíamos espontáneamente el paso del Señor dentro de cada una.
Cerramos la semana de Ejercicios con una Eucaristía en la que agradecimos por el ánimo y la liberalidad que el Señor nos regaló, por lo
compartido cada día, por el acompañamiento y por cada una de las personas que apoyaron.
En la continuación de la Quinta Semana, de la Contemplación para alcanzar amor, le pedimos al Señor que nos permita extender la mirada a
nuestra cotidianidad y agudizar nuestra sensibilidad para abrirnos y hacernos partícipes de su amor actuante en la realidad.