Queremos vivir una misión evangelizadora, al servicio de quien más lo necesite, haciéndonos solidarias con aquellas situaciones más vulnerables y necesitadas para conseguir juntos la dignidad de toda persona.
Vivimos en comunidad, ponemos en común lo que somos y tenemos, las fortalezas y también nos ayudamos en las fragilidades. Compartimos la vida a la luz de la fe.
Estamos en tres países, en contextos diferentes: en pueblos y ciudades, en la periferia y en el centro, en barrios sencillos y en zonas de exclusión, con población indígena y afroamericana… las comunidades nos posibilitan poner en práctica, en lo cotidiano, los valores que queremos anunciar en cada campo de misión a los que somos enviadas.